martes, 17 de mayo de 2011

EL PLAN ANDINIA



EL PLAN ANDINIA (pequeña introducción)


Hace muchos años ya que los argentinos venían advirtiendo sobre un extraño "Plan Andinia" por medio del cual los judíos sionistas pretendían apoderarse de La Patagonia. Tal cosa aparecería como asunto de ciencia-ficción para el grueso público que desconocía -y desconoce- en absoluto sobre el asunto. No así para las Fuerzas Armadas argentinas, que, al revés de las chilenas -que carecen de for­mación y cultura política, encontrándose desde siempre concentradas en lo profe­sional, donde casi son inigualables-, han dispuesto de información valiosa sobre la materia.
El siguiente trabajo ha sido preparado por nacionalistas chilenos y argentinos en un loable esfuerzo conjunto, pues el plan Andinia no afecta sólo a la Patago­nia argentina, sino, además, extiende sus tentáculos a la Patagonia chilena, sin la cual queda incompleto.
Si nos ponemos a analizar la historia del Cono Sur de América a partir de las aspiraciones sionistas de "El plan Andinia”; todos los oscuros años precedentes, en especial del último decenio, se iluminan de una luz reveladora. Debemos partir para ello de la existencia de un poder mundial oculto que dirige y controla los acontecimientos. Siendo éste el poder judío detrás de todos los jefes de Estado visibles, de las finanzas y de las corrientes ideológicas en las que se divide el mundo a partir de los finales de la Segunda Guerra Mundial. El mundo marxista y el capi­talista se hallan así en idénticas manos. Los instrumentos visibles e invisibles a través de los cuales se movilizan fuerzas que podrían parecer periféricas, pero que no lo son, destinados a completar el cerco, son la Iglesia de Roma (Vaticano) y la Masonería, en estrecho vínculo secreto con las altas finanzas, con el marxismo y el terrorismo. Además de todas las Iglesias y sectas menores.
Todo esto se halla documentado en el presente trabajo.
Mas, lo que se hace de suma importancia analizar a la luz de "El plan Andinia” son los sucesos de nuestra historia reciente en el Cono Sur americano. En Chile esto será una completa novedad aun para los círculos ilustrados y, nos atrevemos a asegurar, para el Gobierno y las Fuerzas Armadas. No de otro modo podría ser, pues que se ha facilitado ciega y culpablemente la realización de este fatídico plan sionista en todo el sur y en la Patagonia, alcanzando hasta el extremo de Tierra del Fuego, con incalculables proyecciones hacia la Antártica. Efectivamente, la CONAF (Corporación Nacional Forestal) y las Fuerzas Armadas chilenas están no sólo permitiendo sino ayudando a las incursiones, investigación y penetración de agentes de las Fuerzas Armadas de Israel, disfrazados de excursionistas y "mochi­leros”,, en todo el territorio del sur de Chile. Pensemos bien en este hecho: soldados de otras Fuerzas Armadas extranjeras, “camuflados”, son permitidos de penetrar y excursionar a su gusto en el territorio nacional. Y esto a razón de 30 y más individuos por mes en la estación favorable.
A pesar de la gravedad de este hecho es poca cosa comparado con el grueso de los acontecimientos, viniendo a ser un resultado diríamos inevitable de los mismos y de la realidad que ellos expresan: Los gobernantes visibles son simples marionetas del poder oculto, que les ordena, les pone y les quita en el momento que más le convenga. 

En análisis resumido, partiendo de los objetivos de "El plan Andinia". de apode­rarse de las Patagonias argentina y chilena, para la instauración de un "Nuevo Israel" o una “Nueva Judá”,, la existencia en un momento dado de gobiernos militares en todo el Cono Sur constituyó un potencial peligro para el cumplimiento de ese Plan. En especial, se llegó a temer un entendimiento entre las fuerzas milita­res anticomunistas de Argentina y de Chile. Ambas venían saliendo de una guerra triunfante en contra de la guerrilla y el marxismo. Había entonces que provocar un conflicto por asuntos, territoriales que llevara a estos países casi al borde de la guerra, al mismo tiempo que los endeudaba de manera irreparable, irreversible. En ambas Fuerzas Armadas se trabajaría a través de la masonería. En Chile, además, se cumpliría el objetivo fundamental de penetrar las instituciones militares por el judaísmo de un modo que también llegara a ser irreversible. Por ser este ejército de tradición prusiana, germánica, la penetración judía cumplía una doble misión, también de revancha, al poder entrar en un reducto que le fuera inaccesi­ble, valiéndose principalmente de comandantes y oficiales de sangre, ascendencia y tradición alemanas, los que -por ignorancia y falta de esa cultura política a la que ya hemos aludido- han sido los principales promotores de la infiltración. El peligro de una guerra fomentada con Argentina y el bloqueo internacional en relación con la adquisición del armamento y los repuestos necesarios los llevó a caer en las manos del judaísmo y de los mercaderes de armamentos de Israel. Fue éste un hábil plan puesto en acción por el judaísmo internacional. Al mismo tiempo que le cerraba las puertas de las compras de armamentos a Chile en todos los países occidentales, estos mismos países le vendían -a precio más caro- valiéndose del intermediario judío, es decir, a través de Israel. El Ejército chileno quedaba comprometido ante el eterno intermediario y usurero internacional, ahora convertido en Estado de Israel.
Algo que se debería entender siempre es que jamás se pensó llevar a una guerra abierta a Chile y Argentina, porque esto habría sido el fin de la realización de "El plan Andinia". La zona que se pretende para establecer a los judíos se habría transformado en un infierno bélico por muchos años, sino para siempre. De lo que se trataba en efecto era llevar a estos dos países al borde mismo de la guerra; pero de ahí no pasar. El verdadero objetivo: dividir y endeudar, al mismo tiempo que penetrar e infiltrarse. No debemos olvidar que Israel vendía a ambos lados, sin enajenarse la simpatía de ninguno de los dos. El hecho más visible del típico com­portamiento es la actitud judía vendiendo a Argentina durante el conflicto de las Malvinas con Inglaterra.
Cuando la situación se hacía ya insostenible, entonces interviene el brazo judío a través del Vaticano y de su "mediación”, Ya esto es historia muy reciente y se halla estudiada en estas páginas. Se firman tratados y se produce la "paz", la que tendrá que ser inestable mientras los objetivos últimos no se hayan cumplido. Las Fuerzas Armadas nacionales deberán ser puestas de lado, llegando a hacerlas totalmente inoperantes. En Argentina, en Brasil, en Uruguay esto ya se está reali­zando. Faltan aún Chile y Paraguay. La etapa actual del Plan se debe realizar por medio de la socialdemocracia; o sea, la Segunda Internacional Masónica, la misma que en la actualidad controla Europa y parte de Asia. Y ya sabemos, por Lenin, lo que la socialdemocracia es: la cuerda para ahorcar al burgués y que usará el marxismo contra las llamadas democracias. En el Cono Sur será la promotora del comunismo y la que facilitará su entronizamiento a objeto de producir la división final y la "Coreanización" del Sur de América, pudiendo crearse el Estado judío independiente (“federalizado") de la Patagonia, incluida ambas, la argentina y la chilena. El cambio de capital en Argentina es un paso trascendental. Y vendrá a ser "bendecido por el Papa”; como se dice en las siguientes páginas.
La existencia de un gobierno militar en Chile -y en Paraguay- es sin duda un obstáculo aún en el camino del cumplimiento de los objetivos finales de "El plan Andinia". De allí el atentado en contra del Presidente chileno, Pinochet. Su frustración es una seria frustración, sin duda. Que el atentado era conocido por las fuerzas que se hallan en el diabólico juego, quedó de manifiesto en el hecho de que los líderes visibles de la siniestra conspiración salieron a tiempo del país, con un pretexto o con otro. El Cardenal chileno esperaba en Argentina, casi junto a la mujer de Allende y los otros líderes de la ex Unidad Popular; el gran rabino de Chile partió a "atender una conferencia teológica" en el Medio Oriente; el Embajador de los Estados Unidos fue también "en consulta" a su país. Que desde Argen­tina se preparaba o se colaboraba -con Cuba y Rusia, además de los Estados Unidos de Norteamérica-, ya no cabe dudas. De allí habría venido parte del con­trabando de fusiles M16, además de otros elementos. Y desde allí se seguirá ejer­ciendo presión política sobre Chile, siendo la estrategia última de la socialdemocracia permitir a la Rusia Soviética tomar su revancha con Chile, gracias a Alfon­sín, que cada vez más facilita acuerdos con Moscú, en el cumplimiento del plan  arriba señalado.
Con estas breves líneas esperamos poder señalar las increíbles proyecciones que en los acontecimientos pasados, presentes y futuros tendría el llamado "Plan Andinia"; dirigido a apoderarse del Cono Sur de nuestra América, hasta la Antár­tica, región inmensa de riquezas incalculables y un escudo ecológico de defensa planetaria, el último. Es este un plan político y también mítico, religioso, de sangre, en el que colaboran activamente y por turno todas las organizaciones religiosas de la tierra, en especial, y al presente, la Iglesia Católica y la Masonería, además de la Gran Sinagoga que las dirige en lo oculto -y en lo visible-.
Se ve así, dentro de esta misma repentina luz, la importancia que debe atribuír­sele a la colonización chilena de la Patagonia por elementos nacionales, o bien, por razas nórdicas que allí pudieran venir a cerrarle el paso a los sionistas (¿sudafri­canos, hoy?). Y la gravedad del casi inevitable fracaso de una colonización nacional sana, por haberse planteado dentro del sistema usurero de la "economía social de mercado". Ya no habría, entonces, argumentos ni razones para impedir el cumpli­miento del "El plan Andinia". Si las Fuerzas Armadas de Chile y Argentina unidas ,abrieran los ojos a tiempo y tomaran las medidas justas y patrióticas tal vez pudié­semos salvarnos, en el último instante y a costa .de los más grandes sacrificios, llegando a convertir el mismo objetivo enemigo en una carta de triunfo, transforman­do Viedma, la nueva capital de Argentina en Patagonia, en un reducto de la defensa del cono sur de América y pudiendo Chile, también, establecer su capital administrativa en Punta Arenas, de modo de controlar mejor el paso entre los mares y los océanos del futuro y su comunicación directa con la antártica.
Un Chile y una Argentina nacionalistas deberán trabajar estrechamente unidos para poder salvarse de la esclavitud del marxismo judío que se implantaría en la parte norte de sus territorios, endeudados además con la banca internacional, sin posible salida. Y con un Imperio Sionista en el sur patagónico, con un "Rey del Mundo" un Mesías de Judá, gobernando sobre todo el universo esclavizado y atemorizado.
Aunque esto parezca un asunto de ciencia-ficción, no lo es. Y, por desgracia, se halla muy cerca ya de cumplirse, por la ceguera, la cobardía, la pequeñez y la ignorancia de los gobernantes marionetas y de sus gobernados.
Ojalá estas páginas pudieran servir para abrir los ojos de los patriotas respon­sables, de los nacionalistas, de los pueblos de Chile y Argentina. Estas naciones son dos columnas sacras extendiéndose a ambos lados de la barrera espiritual y grandiosa que forman los gigantes enfilados de los Andes, hasta el Polo. Nunca deberían separarse, luchando juntos para cumplir un destino también sagrado.
Es con esta visión que nuestros dos pueblos deberían entrar a considerar lo verdaderamente fatídico que representa la intervención directa del Vaticano y su siniestro Papa en el destino de nuestros pueblos. Nunca hubo peligro de verdadera guerra. Sí, lo hay de esclavitud y de abismal miseria.

P.A.R.S.

No hay comentarios: